La historia de André el Gigante los pondrá totalmente nostálgicos

Cuando eran jóvenes y les contaban historias de gigantes, ustedes pensaban en los seres mitológicos de gran tamaño, agresivos y muy aterradores. Sin embargo, en los años 70 un gigante de la vida real apareció y todas las estaciones de subtes, la televisión y los carteles estaban cubiertos con su rostro. Este hombre tenía todas las características de un gigante pero él no era aterrador.

De hecho, él era amable y tenía un gran corazón. Muchos de ustedes lo recordarán de la película The Princess Bride y por su carrera como luchador en WWF o WWE. Pero más allá de toda la fama y el dinero, ¿quién era André el Gigante?

MIRANDO MÁS ALLÁ DE SU ALTURA

Durante toda su carrera como luchador y actor, André el gigante demostró ser muy amable y tener un dulce corazón a pesar de su enorme tamaño. Su vida, como muchos otros cuentos, no fue fácil. Él tuvo sus momentos de triunfo, pero también atravesó mucho sufrimiento por sus dolorosos obstáculos.

Pocos conocían lo que había debajo de su actuación y su carrera de luchador. Antes de dominar los rincones del cuadrilátero, él llevaba una vida simple y sencilla como un chico country. Sin embargo, su cuerpo, que parecía inusual para muchos, lo llevó a la cima. André llevó una buena vida pero también una vida de tragedia.

INICIOS HUMILDES

Antes de aparecer ante las cámaras, su juventud estuvo repleta de simpleza. André René Roussimoff nació el 19 de mayo de 1946 en un pequeño pueblo en Molien, Francia. Sus padres eran granjeros inmigrantes y cuando lo trajeron al mundo, él pesaba 5 kilos.

Su tamaño era enorme pero no era considerado extraño. En aquellos tiempos, no había señales de ser raro o diferente del resto. Su familia lo llamaba Dédé y él tuvo una infancia humilde. Sin embargo, su vida simple en la granja estaba por cambiar.

EL BUEN SAMARITANO

Mientras crecía, André comenzó a tener algunas dificultades por su gran tamaño. A los 12 años, él tuvo que enfrentar uno de sus mayores problemas, ya no entraba en el autobús escolar. Su familia quería hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudarlo, pero lamentablemente no tenía dinero para comprar un automóvil.

Pero ellos no sabían que la ayuda estaba por llegar desde el lugar más inesperado. Uno de sus vecinos, el padre de un amigo de André le ofreció un espacio en su camioneta y lo llevó a la escuela todos los días. Este buen samaritano era el famoso guionista irlandés Samuel Beckett.

LA SIMPLE RUTINA DE ANDRÉ

André era un buen estudiante y sobresalía en matemáticas. Sin embargo, él no entendía por qué debía recibir este tipo de educación si él podía trabajar como granjero toda su vida. André dejó la escuela en octavo grado y se dedicó al trabajo de granja.

De acuerdo con su hermano, André podía llevar a cabo tareas que normalmente requerían el trabajo de tres hombres. Además, a él le gustaba mucho la música pero, una vez más, con sus enormes manos y dedos él nunca pudo aprender a tocar el piano. Incluso una simple llamada telefónica era demasiado difícil para él por lo que siempre necesitaba un lápiz para marcar los números.

LOS PRIMERO SÍNTOMAS

A los 17 años, André ya medía 2 metros y ya contaba con claras señales de gigantismo, pero su familia no podía pagar un doctor que lo diagnosticara. A medida que crecía, él se hacía aún más grande debido a su condición y en tan solo dos años él ya tenía una altura de 2,30m.

Además de estar en la granja, él comenzó a ganar dinero haciendo trabajo de madera y luego empezó a trabajar en una fábrica. Sin embargo, no importa qué hiciera, él no se sentía satisfecho. André también decidió unirse al ejército francés, pero cuando vieron que era muy grande para los uniformes y para las camas, lo rechazaron.